CONTACTO
Cabrito lechal asado, en tu casa
Un sabor único. Una carne con origen
Enamorada del mundo rural
Apuesta por la sostenibilidad
¿Qué si la cabra siempre tira al monte? Ya lo creo. La vida me ha acercado de nuevo a mi tierra, a mis paisajes, a mis aromas de infancia.
Soy Marta. Nací en Torralba de los Sisones, en la comarca del Jiloca, al noroeste de Teruel. Soy ganadera, emprendedora, me apasiona el mundo rural y quisiera conectarlo con vosotros, a través de una invitación gastronómica natural, accesible y sostenible.
Junto a mi pareja, Óscar, criamos cabras de pasto de manera tradicional, en libertad. Aquí el paisaje es suyo. Estepa, llanura salpicada de chaparras, campos de cereal, pinos y hierbas aromáticas.
Tú también puedes dar sentido a un modelo de ganadería extensiva, comprometida, respetuosa y ecológica, que apuesta por la recuperación de razas en peligro de extinción. ¡Prueba nuestro cabrito lechal asado! Una carne con un sabor inimitable. Toda una experiencia para compartir con los tuyos.
Te contamos
Nuestra filosofía
SOMOS ECOLÓGICOS
Vivimos del campo
Todo el alimento de nuestras cabras proviene del campo, de los paisajes que nos rodean. Son golosas y exigentes, así que un día son encinas, otro nuestros campos de alfalfa… y, en invierno, cereal y heno ensilado. Respetamos sus ciclos vitales y estamos acogidos al Comité Aragonés de Agricultura Ecológica.
COMPARTIMOS EXPERIENCIAS
Turismo gastronómico
Puedes compartir con nosotros una experiencia gastronómica, turística y agroecológica auténtica. En nuestra casa. Una jornada inolvidable que combina la cata de cabrito lechal, con la visita a la joya natural de este entorno: la laguna de Gallocanta, un humedal de agua salada, peaje obligado de miles de grullas cada año.
RECUPERAMOS RECETAS
Asado a baja temperatura
Vas a recibir nuestro cabrito lechal asado en casa, envasado al vacío, para que puedas degustarlo todo el año. Lo hemos cocinado durante horas a baja temperatura para que mantenga íntegros sus nutrientes, jugos y esencias. El último toque te lo dejamos a ti. Unos veinte minutos de horno y… ¡a disfrutarlo con los tuyos!